En reciente paseo por las montañas rocosas, visité el pueblo de Leadville, enclavado en el corazón de las montañas del estado de Colorado. Leadville fue un pueblo minero de la plata muy próspero e importante, de hecho llegó a ser la segunda ciudad con más población —después de Denver— a finales del siglo diecinueve. Sobre la avenida Harrison —una de las calles principales— está una vieja edificación de ladrillos rojos y grandes ventanales donde aún se puede leer el nombre de lo que representó, en su época, uno de los teatros más elegantes al oeste del río Mississippi, el Tabor Opera House, inaugurado en 1879.
Ese día, con gran asombro, me enteré que Oscar Wilde se presentó en ese teatro la noche del jueves 13 de abril de 1882 como parte de un Tour por Norteamérica —realizó 170 presentaciones en diez meses— dictando conferencias sobre Estética, Artes decorativas en interiores y exteriores para casas, El renacimiento inglés e Historia del arte.
Poco tiempo después escribió sus impresiones, de esa gira, en Impressions of America 1882 (Impresiones de Estados Unidos), y cito:
«Desde Salt Lake City uno viaja sobre las grandes planicies de Colorado y sube hasta las Montañas Rocosas, sobre cuya cima está Leadville, la ciudad más rica del mundo. También tiene la reputación de ser la más ruda, donde cada hombre lleva consigo un revólver. Me habían dicho que si iba lo más seguro es que ellos me dispararían, o a mi manejador de viaje. Les escribí y les dije que nada que pudieran hacerle a mi manejador de viaje me iba a intimidar. Ellos son mineros, hombres que trabajan con los metales, así que les dicté una conferencia sobre La ética del arte. Les leí pasajes de la autobiografía de Benvenuto Cellini —escultor, grabador y escritor florentino (1500-1571), y uno de los orfebres más importantes del Renacimiento italiano— y se mostraron muy deleitados. Fui reprendido por mis oyentes por no haberlo traído conmigo. Les expliqué que él ha estado muerto desde hace un buen tiempo, lo que sacó la pregunta ¿Y quién le disparó? Luego me llevaron a un salón de danza donde vi el único método racional para la crítica del arte que jamás haya encontrado. Sobre el piano había un cartel que decía:
PLEASE DO NOT SHOOT THE PIANIST.
HE IS DOING HIS BEST
(Por favor no disparar al pianista. Está haciendo lo mejor que puede)
La mortalidad entre los pianistas en ese lugar es asombrosa. Me invitaron a cenar, y después de haber aceptado, tuve que descender a una mina en un compartimiento raquítico en el cual fue imposible ser elegante. Habiendo llegado al corazón de la montaña, cené. El primer plato consistió en whisky, el segundo en whisky y el tercero whisky.»
Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde (1854–1900) fue un escritor irlandés, poeta y un prominente estético (ciencia que trata de la belleza y de la teoría fundamental y filosófica del arte). Después de escribir en diferentes formas a través de 1880, se convirtió en uno de los dramaturgos más populares de Londres a comienzos de 1890. Hoy él es recordado por sus muchos epigramas, por sus obras de teatro —las cuales aún son representadas—, y por la tragedia de su encarcelamiento y consecuente muerte prematura. El retrato de Dorian Gray (1891) fue su única novela publicada.
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