Este mes se celebró el natalicio de uno de los pioneros del cubismo, y tal vez el artista más reconocido del siglo XX. Se trata del talentoso pintor y escultor español, Pablo Picasso. Nacido el 25 de Octubre del 1881 en la ciudad de Málaga, Andalucía. Pablo Ruiz –como fue conocido al comienzo de su carrera–, demostró ser un virtuoso artista desde muy temprana edad. Su padre, José Ruiz Blasco (1838-1913), al percatarse de esto, le dio todo su apoyo para que el joven prodigio desarrollara todo su potencial, y muy bien que lo hizo. De acuerdo a los mitos, el padre de Pablo, profesor de arte y pintor, le cede a su joven prodigio todo su equipo de pintura, abandonando él mismo la pintura, sin embargo se comenta que José Ruiz continuó pintando hasta su muerte.
Pablo Picasso –quien comenzó a utilizar el apellido de su madre a comienzos del siglo XX– tuvo una instrucción muy rigurosa y metódica desde pequeño. Fue aceptado en las mejores escuelas de arte, incluyendo la prestigiosa Real Academia de Arte en España, a la temprana edad de 15 años. Durante su niñez y adolescencia, Pablo dibujaba de manera representativa y realista; esta instrucción rigurosa y sistemática le ayudó a desarrollar y dominar las líneas, la composición y la gama de sus cuadros cubistas.
Como todo genio, la instrucción tradicionalista y sistemática impartida por su padre, y por las escuelas de arte, le aborrecían y por ende deja a un lado todo esto para experimentar con teorías y métodos nuevos, dando rienda suelta a su genialidad y talento. Pablo, quien vivió la mayoría de su vida adulta en Francia, es catalogado como uno de los creadores del estilo cubista.
Prueba de su creación vanguardista es evidente en el cuadro Les Demoiselles d’Avignon (1907) –Las jóvenes de Avignon, óleo sobre tela de tamaño impresionante–, muestra su técnica revolucionaria donde la perspectiva es ignorada por completo, pero a su vez, la organización de las líneas crean el espacio y la ilusión de la misma. Este cuadro –actualmente en el Museo de Arte Moderno en Nueva York (MOMA)– es considerado el primer ejemplo de lo que hoy se conoce como Cubismo y Arte Moderno. Picasso rompe con todas las tradiciones de la época y da a conocer su genialidad con resonancia. Necesitaría mucho más espacio para poder expresar y discutir los otros aspectos de esta obra de arte, magistralmente ejecutada por Picasso. Sólo vale posar la mirada sobre esta pintura por unos minutos para descubrir el magnetismo de su composición y ser embelezados por las enigmáticas y misteriosas miradas de sus sujetos, cada una de las jóvenes representadas aquí, nos mantienen adheridos a la escena, sin poder voltear a otro lado.De igual manera, serian necesarios varios volúmenes para comentar y recapitular la prolífica vida artística de Picasso, quien ha sido el artista del pasado siglo con más fama internacional. Sin duda alguna, su legado continuará asombrando y llenando de regocijo a muchas generaciones por venir.