La primera escena de esta película, que está ambientada en un mugriento y viejo local de Ciudad de Mexico llamado El mirador, comienza con un primer plano de El Vago (Jesús Martínez) rodando una cinta para iniciados en el billar a tres bandas. En la cinta explica qué es, cómo se realiza y las reglas que envuelven el arte de la carambola. Un joven apodado El Perro (Diego Luna) es el camara que interrumpe constantemente la grabación con sus comentarios, dando paso a nuevos personajes en la película.
En la trama de Carambola, El Vago tiene una deuda de diez mil pesos con su socio El Mexicano (Jesús Ochoa) que actúa por costumbre rompiendole las piernas a sus deudores. Como gerente y relaciones públicas, El Vago está empeñado en cambiar la clientela y modernizar el establecimiento. Para ello no duda en celebrar un torneo de billar a tres bandas con El Chimuelo (Roberto Cobo), con apuestas de pormedio y así pagar la deuda a su malhumorado socio. Mientras el joven gerente se prepara para el torneo e intenta organizar las ideas que bullen en su cabeza para mejorar los ingresos del negocio, aparece un personaje que le causará gran distracción y le pondrá las cosas aún más difíciles. Ésta es La Pájara (Laura Hidalgo) novia de El Perro e hija de El Mexicano, que al parecer quiere algo más que la amistad de este joven.
En esta su opera prima, Kurt Hollander nos presenta rocambolescas situaciones entre los clientes que visitan diariamente este billar. Además, una excelente banda sonora a cargo de Alejandro Contreras, Alexis Ruiz y Juan Pablo Medino nos ayuda a sumergirnos an la trama de Carambola de forma explendida. La película se desarrolla con una puesta en escena sencilla, directa, sarcástica y violenta, con interesantes ángulos de cámara, que nos muestran el mejor y mas talentoso cine mexicano de los ultimos diez años.
Cabe destacar el tándem interpretativo entre Jesús Martinez y Jesús Ochoa, el cuál centra la atención del espectador que se verá atraído por sus extravagantes personalidades. El joven Diego Luna es la nota cómico-satírica de la película, cumpliendo sobradamente con su capacidad interpretativa. A Roberto Cobo siempre es un placer verlo en la gran pantalla. Años atrás ganó el premio Ariel como mejor actor juvenil y también estuvo varias veces entre los nominados por la Academia Mexicana de Cine como mejor actor. El Calambres, así apodado, también trabajó con el director español Luís Buñuel en las peliculas Los Olvidados (1950) y Subid al cielo (1951). Por su carisma y calidad creo que Roberto Cobo aporta una sólida guinda al pastel cocinado con mucha maña por Kurt Hollander.
Que tengan un feliz 2011 y como diríamos en mi tierra...Feliç any nou!!
Ramon Hernández i Ferrer
Excel·lent, et felicite...
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