El domingo 13 de Marzo, tuvimos la suerte de visitar el museo de arte moderno en la ciudad de Fort Collins, ubicado a unos cien kilómetros al norte de Denver, Colorado. Mejor conocido como FCMOA, el museo se aloja en el histórico edificio postal construido en el año 1921. Hoy en día, esta joya arquitectónica está registrada como lugar histórico y es patrimonio cultural de la ciudad de Fort Collins; sin embargo, el incentivo principal de nuestra visita a este histórico recinto, fue la exposición fotográfica titulada “Ansel Adams: Masterworks”; organizada por The Turtle Bay Exploration Park, de Redding, California. La colección de imágenes es parte de una gira que viaja por distintos museos de la unión americana. Para los amantes de la fotografía, hablar de Ansel Adams es como para los amantes de la literatura hablar de Cervantes, su nombre es reconocido instantáneamente, y aunque nuestra visita al museo ya estaba programada con antelación, mi entusiasmo no se hacia esperar. Una vez arribados al museo, una enorme pancarta con la foto de Ansel ―en plena acción― nos dio la bienvenida. Al ingresar al recinto, en el vestíbulo del museo, me recibió una espectacular obra modular del artista moderno Mel Ristau hecha de aluminio y acero inoxidable con acentos rojos, suspendida del meticulosamente restaurado techo, contrastaba de manera impresionante.
En la mezzanine, la colección, con más de cuarenta fotografías originales, nos esperaba. La arquitectura interna del histórico edificio postal, con techos amplios y trabajadas escaleras le agregaban un sentimiento de antaño y misticismo. A la entrada de la exhibición, la afluencia de visitantes era difícil de ignorar.
¿Quién es Ansel Easton Adams? Nos preguntábamos mentalmente; ya pasado el lindel y al lado izquierdo de su retrato, escrito en la pared, había una cronología que de alguna manera trataba de responder nuestra pregunta. En un resumen breve, les digo que Ansel (1902-1984) fue un fotógrafo y ambientalista estadounidense, más conocido por sus fotografías monocromáticas del oeste americano, especialmente del Parque Nacional Yosemite. Ansel estuvo “enamorado” de este grandioso parque desde su primera visita, a los 14 años de edad y al que visitó cada año siguiente, hasta su muerte. La vida artística y personal de Ansel Adams fue muy prolífica e interesante, de hecho, el quería ser un pianista de concierto y aunque aprendió por sí solo y era muy talentoso, no pudo vivir de eso, por ende Ansel aceptó un trabajo de celador en el Sierra Club Lodge ubicado en el parque nacional Yosemite y en donde también tocaba el piano, al mismo tiempo que daba comienzos a su carrera fotográfica, inicialmente en la rama comercial. Adentrados ya un poco más en la galería, se comenzaban a divisar las magistrales fotografías de Ansel Adams. Marcos de aproximadamente cincuenta por cuarenta centímetros de largo y arreglados en orden cronológico, de manera que los visitantes caminaran en un solo sentido, por la mano izquierda y alrededor del salón, como queriendo facilitar un flujo constante, sin embargo, frente a cada una de estas imágenes, todos nos aglomerábamos para observar con detenimiento cada detalle y admirar ―incrédulos― la majestuosa escena y el dominio del medio. Algunas personas impacientes, continuaban su trayectoria y de soslayo admiraban brevemente las imágenes.
El primer ejemplo de la grandiosidad del parque nacional Yosemite ―y de Adams― es evidente en la fotografía titulada “Monolith, The Face of Half Dome” (Monolito, La Cara del Medio Domo), tomada el diecisiete de abril del año 1927; nos muestra una perspectiva lateral, cercana y elevada de esta impresionante formación rocosa. Los gigantescos pinos espolvoreados con nieve y la enorme sábana blanca que recubre algunas laderas son ínfimos en comparación con la majestuosidad e imponencia de la montaña. Más impresionante aún, es la claridad y el contraste de la fotografía que unidas a la composición y encuadre de los sujetos, dejan entrever el talento nato de Ansel. Esta imagen, siendo una de las primeras fotos completamente visualizadas, es prueba fehaciente de la técnica fotográfica y el domino de la exposición.
Otra prueba de la genialidad de Ansel, y majestuosidad del parque Yosemite, estaba colgada a unos cuantos pasos más adelante, en la foto titulada “Half Dome, Merced River, Winter”,
tomada en el año 1938, nos nuestra una escena más pintoresca y calmada, con el río Merced en primer plano y formando una laguna, es flanqueado por gigantescos pinos bañados de nieve. En sus calmadas aguas se refleja el medio domo, imponente desde el segundo plano. Con un cielo despejado y asoleado, Ansel logra el balance perfecto entre la apertura y la exposición para capturar los detalles y texturas de sus sujetos, tanto en las sombras como en las luces, un contraste y claridad tan hermosos como el paisaje mismo. Para estos momentos, los pequeños grupos de entusiastas aglomerados en distintos puntos, entorpecían aún más la continuidad y el flujo de los visitantes que con paciencia esperaban su turno para admirar más de cerca éstas hermosas obras. Admirados, extasiados y hasta incrédulos, las personas observaban con detenimiento las fotos, sus escenas, la claridad de las imágenes, la cantidad y calidad de la luz, los detalles revelados, el contraste impresionante, el rango de tonalidades monocromáticas que van desde el negro más oscuro hasta el blanco más claro que, y sin duda alguna, le dan un “color” exquisito, incomparable e inconfundible a estas obras maestras. ¿Cómo podía ser Ansel tan preciso cada vez que ajustaba el obturador y establecía el tiempo de la exposición?, ¿Cómo era posible la nitidez tan perfecta, de una gota de agua, por ejemplo?
Ansel, quien era un fotógrafo de estilo ilustrativo, evolucionó a la fotografía directa, estilo fotográfico que enfatiza la claridad del lente y donde la impresión final no da evidencias de manipulación alguna; ya sea en la cámara o en el cuarto oscuro. Cabe destacar que la manipulación en este caso, se refiere a la alteración en la claridad o contenido del sujeto fotografiado. Ansel, desarrolla una técnica fotográfica llamada El Sistema de Zonas (The Zone System) el cual permite, científicamente, determinar la exposición adecuada para “manipular” la tonalidad, dándole así al artista la habilidad de crear en lugar de simplemente registrar la escena. Este método, unido a las cámaras de formato grande, y a otras técnicas ya conocidas ―como la exposición reducida o exposición prolongada del papel fotosensible al momento de la impresión, conocido como Dodge & Burn― dan como resultado imágenes nítidas y ricas en contraste, profundidad y drama. A través de la exhibición, el dominio de estas técnicas, algunas muy complejas como el sistema de zonas, es evidente; un trazo dominante y característico de las imágenes de Ansel.
Una vez recorrida toda la galería, la decisión más fácil fue regresar a las imágenes más impactantes para admirarlas, criticarlas y disfrutarlas nuevamente, dando así por culminada nuestra votación y selección de las imágenes favoritas; lo cual para mí fue difícil, siendo que la ejecución magistral de cada una de ellas y la diversidad de los sujetos, complicaban el resultado final. Sin embargo, dos imágenes resonaron con mayor amplitud.
La primera titulada “Moonrise, Hernandez, New Mexico” (Luna Saliente), tomada en el poblado de Hernández, ubicado en el estado de Nuevo México, en el año 1941; imagen que tuve el placer de admirar en mi visita al Museo Fotográfico de Tokyo; muestra un caserío típico de la región con sus fachadas de bahareque y viviendas minimalistas, las lápidas y crucifijos en primer plano aunados a la resaltante luna llena en el cielo oscuro, y las nubes dóciles sobre las montañas lejanas, le dan un contexto esotérico a esta imagen; de hecho, ésta fotografía fue tomada el 31 de Octubre, el día de las brujas o Halloween, como se conoce en estados unidos. Cabe destacar el contraste tan intenso del cielo nocturno con el resplandor de la luna, las nubes; y el de los crucifijos y la vegetación; los elementos de la composición estratégicamente enmarcados hacen que la mirada recorra toda la escena en búsqueda de más detalles, el énfasis puesto en la inmensidad del cielo por medio de un horizonte bajo, nos envuelve en la escena y nos da una representación acertada del espacio ocupado por el poblado en relación con el vasto desierto.
La segunda imagen ―sin definir preferencias― titulada “Sand Dunes, Sunrise, Death Valley National Monument, California” (Dunas, Amanecer, Valle de la Muerte Monumento Nacional, California) tomada en 1948, es tal vez, la prueba más contundente del talento técnico y artístico de Ansel Adams. Esta composición tan simple como compleja, donde el sol del amanecer baña las delicadas y letales dunas, creando sombras y texturas, líneas y formas geométricas, es ejecutada con tal precisión que no hay palabras para describirla. El contraste ―casi mágico― del negro con el blanco, uno al lado del otro, pero sin que ninguno predomine, son elementos inconfundibles del talentoso Ansel Adams. La composición de esta foto, con el horizonte alto para enfatizar el primer plano, y las líneas creadas por este contraste perfecto, hacen que la mirada recorra toda la escena, de arriba a abajo y de lado a lado, con simpleza y complejidad sin igual.
Indudablemente, el legado artístico de Ansel Adams, va más allá de su colección impresionante de imágenes. Su herencia, incluyen técnicas fotográficas infalibles, libros acerca del medio (The Camera, The Film and The Print) entre otros, una conciencia ecológica, la preservación de nuestros parques nacionales, la elevación del medio fotográfico como Arte y más importante aún, un punto de vista diferente en donde la fotografía directa tiene un contenido impactante a muchos niveles. Sin lugar a duda, mi visita a esta exposicion fue un verdadero placer.
Para mayor información biográfica y para apreciar la amplia colección de imágenes por Ansel Adams, pueden seguir los siguientes enlaces: The Ansel Adams Gallery www.anseladams.com y Ansel Adams Museum Graphics www.anseladams.org. De mas está mencionar que todas las imágenes de Ansel Adams son manejadas por The Ansel Adams Publishing Rights Trust, organismo que se encarga en velar por el uso autorizado y adecuado de sus imágenes. También quisiera expresar mi agradecimiento al museo de arte moderno de Fort Collins por permitirnos fotografiar la exhibición para fines culturales y editoriales.
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