El pasado viernes 15 de Abril tuvimos la oportunidad de descubrir ¨El Secreto de sus Ojos¨ gracias al programa de Español y Portugués de la Universidad de Colorado en Boulder dentro de la programación del Latin American and Iberian Film Series, donde pudimos disfrutar de cuatro películas de origen Portugués, Chileno, Argentino y Español, tituladas: O céu de Seuly, La Nana, El Secreto de sus Ojos y También la Lluvia, respectivamente.
Lo cierto es que haber tenido la posibilidad de poder visualizar este film argentino en una universidad americana de forma totalmente gratuita sin necesidad de recurrir a internet, a mi parecer demuestra que hasta en estados unidos el aprendizaje de la cultura puede ser gratuita y de calidad. Y así debería de ser siempre.
Todas ellas en versión original y subtituladas en Inglés, cosa que es de agradecer en tierras americanas, donde algunos consideran un agravio que se hablen otras lenguas que no sea la oficial o donde se pueda convivir con perfecta normalidad entre gentes de diferentes procedencias y culturas. El hecho de ofrecer a personas de habla inglesa, hispana y portuguesa la oportunidad, no solo de practicar y escuchar otras lenguas que conviven dentro de su mismo país y que son vecinas entre sí, sino también de poder visualizarlas en versión original, entendiendo, viviendo y respirando las historias que en ellas se cuentan, dice mucho de quien dirige el programa de Español y Portugués en la Universidad de Colorado en Boulder, que claramente apuesta por la convivencia y el aprendizaje multicultural para formar a los jóvenes del presente que gobernarán y guiarán nuestro futuro.
El Secreto de sus Ojos es un largometraje basado en la novela de Eduardo Sacheri, coguionista del mismo. Junto con el director Juan José Campanella, nos cuentan la historia de un funcionario público argentino que recientemente jubilado, se ve impulsado por una necesidad personal y moral a escribir el relato de un asesinato acontecido 25 años antes. La película gira en torno al personaje Benjamín Espósito, interpretado magníficamente por Ricardo Darín, al que le acompaña Eduardo Blanco interpretando a Pablo Rago. Creando un tándem humorístico que arranca más de una carcajada inesperada al espectador y que distensiona por momentos el argumento de la película. Dándole humanidad a la relación que se establece entre ellos dos e Irene Menéndez (Soledad Villamil), bellísima doctora y jueza del juzgado de lo penal donde ellos trabajan y de la cual Benjamín Esposito está profundamente enamorado.
La trama de este drama romántico-obsesivo se desarrolla entre la Argentina oscura de finales de los 70 y la Argentina actual. La película obtiene un ritmo estable y coherente con la historia que se nos cuenta y se ve reforzada con algún flash back que nos ayuda a entender mejor la relación que existen entre sus personajes. La borrosidad con la que el director desenfoca algunos primeros planos en un personaje en concreto, que no voy a desvelar para que ustedes lectores y cinéfilos tengan la mente ocupada y rebosante de intriga mientras disfrutan de esta pelicula, ayuda aumentar la misma. La escenografía para mi es altamente relevante e importante, así como el vestuario, pues me sentí identificado con cada una de las lámparas, sillas, sillones, puertas y ventanas, coches y bicicletas, vestidos y trajes, fachadas, casas, bares y calles que en la película se muestran. Trasladándome por unos segundos a la España de los 80 donde me crié. Tal vez fuese este el motivo por el cual disfruté tanto con el pase de este largometraje o tal vez porque la morriña hacia mi tierra me hizo sentirme como en casa, estando aquí en Colorado. Y también por la excelente compañía que tuve ese día.
Lo cierto es que haber tenido la posibilidad de poder visualizar este film argentino en una universidad americana de forma totalmente gratuita sin necesidad de recurrir a internet, a mi parecer demuestra que hasta en estados unidos el aprendizaje de la cultura puede ser gratuita y de calidad. Y así debería de ser siempre.
Excelente reseña Ramon. Coincido en tu afirmación de que la compañía fue inmejorable ese día. Disfruté muchísimo este film y te digo, la actuación de Eduardo Blanco fue fenomenal... Chao
ReplyDeleteJohn Montañez Cortez
Sin duda alguna, esta película fue cautivadora desde su comienzo; rápidamente te envuelve y atrapa la imaginación. La trama, la cinematografía y la incuestionable humanidad demostrada exquisitamente por sus actores - desde lo mas hermoso y puro hasta lo mas oscuro y negro del psique humano - deja en claro el porque esta cinta fue ganadora del codiciado Oscar como mejor película extrajera. La película fue excepcional, sin embargo, mejor aún fue la compañía y las conversaciones que este largo metraje derivó.
ReplyDeleteHUMANIDAD, bonita palabra llena de significado, que Juan José Campanella es capaz de transmitir en cada una de sus películas. A mí, me recuerda los meses que viví en Argentina.
ReplyDeleteHUMANIDAD, bonita palabra llena de significado, que Campanella es capaz de transmitir en todas sus películas. A mí me recuerda los meses que viví en Argentina.
ReplyDeleteQue suerte tengo de tener estos amigos!
ReplyDeleteSaludos Panas!
Ramon
Muy buen comentario de la película.
ReplyDeleteEs sin duda una de mis películas favoritas, particularmente por todo lo que nos deja pensando.
Me alegra mucho que la hayan proyectado en la Universidad mencionada, por todas las razones que tan bien se han expuesto en el comentario.
Sólo un detalle: Eduardo Blanco no actuó en esta película, no que yo tenga memoria. ¿Es que apareció en algún momento? Realmente no lo ví.
Quien interpretó al amigo de Espósito fue Guillermo Francella.
Pablo Rago es el nombre del actor que interpretó a Morales, el marido de la víctima de violación.
Abrazos!
CORRECCIÓN (Gracias Patricia):
ReplyDeleteExcelente reseña Ramon. Coincido en tu afirmación de que la compañía fue inmejorable ese día. Disfruté muchísimo este film y te digo, la actuación de Guillermo Francella -en el inolvidable personaje de Pablo Sandoval- fue fenomenal... Chao