CINE.Lo prometido es
deuda… por Ramon Hernandez (España)
Mateo Gil, director y guionista |
Aquí me tienen otra vez para hacerles partícipes de uno de
los más bellos inventos que la humanidad ha creado jamás, el cine. Como bien
anuncié en mi último escrito, vengo a hablarles de Blackthorn, Sin Destino (2011) dirigida por Mateo Gil. Oriundo de Las Palmas de Gran Canarias, este guionista y
director español debutó como cineasta con un controvertido thriller ambientado en la
semana santa de Sevilla, titulado Nadie
conoce a nadie (1999) e interpretado por Eduardo Noriega y
Jordi Mollà. Hombre de grandes habilidades cinematográficas, Mateo Gil es un talentoso guionista y
amigo del famoso director Alejandro Amenábar con el que ha colaborado en los
largometrajes Tésis (1996), Abre los ojos (1997), Mar adentro (2004) y Ágora (2009). Su buen hacer como
guionista atrajo al director Cameron
Crow que hizo un remake de Abre los Ojos, titulado Vanilla Sky (2001), interpretada por Tom Cruise y Penélope Cruz.
James Blackthorn cabalgando |
Sinceramente he de decirles que el género western me cautivó
ya desde niño. Jugando a indios y vaqueros, avancé en mi infancia siempre
identificándome más con los primeros. Talvez por la libertad y armonía con la
que vivían, por su capacidad de supervivencia, por su sigilo a la hora de acechar a sus
presas y como no, por sus maravillosos caballos pintos. Como referente tengo
guardadas en mi memoria grandes películas dirigidas por John Ford, entre las que se encuentran El hombre que mató a Liberty Valance (1962), Fort Apache (1948) y Rio Grande (1950). Un hombre llamado
caballo de Elliot Silverstein (1970)
o El juez de la horca dirigida por John Huston (1972) estan también acomodadas en mi retina. Pero este es otro cantar.
Imagen de las montañas andinas |
Volviendo a lo que nos interesa les
diré que Blackthorn es un gran
western. Rodado en Bolivia, tiene todos los ingredientes necesarios para dejar
al espectador satisfecho con el pase de esta película.
Disfrutaremos de la frondosidad verdosa de los montes andinos, los paisajes desérticos de tierra rojiza y de sal, de los ríos de aguas frescas, de sus lluvias, de sus montañas rocosas, así como de sus tierras secas y de escasa vegetación que arrojarán a nuestros ojos imágenes perfectas para dejar rodar la imaginación y deleitarse con la trama que nos engulle. Además el vestuario de este largometraje a cargo de Clara Bilbao que fue ganadora del Goya 2012 por su trabajo y el maquillaje a cargo de Ana López-Puigcerver son excelentes. Cuidando hasta el más mínimo detalle, veremos clásicas cinchas de caballería, sillas de montar decoradas elegantemente y otras curtidas por los años de galope, alforjas de cuero, botas, fundas de pistolas y rifles, vestimentas tradicionales bolivianas y sus telares, vestidos y trajes de época, sombreros donde se ve reflejado el paso y la huella del hombre blanco español que anduvo por Bolivia. Todos estos detalles y muchos más les harán disfrutar si son amantes de este género. He de decir que la música a cargo de Lucio Godoy, me ha recordado mi estancia en Denver. Un country con sentimiento y sencillez, de gran calidad y del que estoy convencido que a más de algún amigo americano le arrancaría un That’s good stuff man al oír la banda sonora.
Disfrutaremos de la frondosidad verdosa de los montes andinos, los paisajes desérticos de tierra rojiza y de sal, de los ríos de aguas frescas, de sus lluvias, de sus montañas rocosas, así como de sus tierras secas y de escasa vegetación que arrojarán a nuestros ojos imágenes perfectas para dejar rodar la imaginación y deleitarse con la trama que nos engulle. Además el vestuario de este largometraje a cargo de Clara Bilbao que fue ganadora del Goya 2012 por su trabajo y el maquillaje a cargo de Ana López-Puigcerver son excelentes. Cuidando hasta el más mínimo detalle, veremos clásicas cinchas de caballería, sillas de montar decoradas elegantemente y otras curtidas por los años de galope, alforjas de cuero, botas, fundas de pistolas y rifles, vestimentas tradicionales bolivianas y sus telares, vestidos y trajes de época, sombreros donde se ve reflejado el paso y la huella del hombre blanco español que anduvo por Bolivia. Todos estos detalles y muchos más les harán disfrutar si son amantes de este género. He de decir que la música a cargo de Lucio Godoy, me ha recordado mi estancia en Denver. Un country con sentimiento y sencillez, de gran calidad y del que estoy convencido que a más de algún amigo americano le arrancaría un That’s good stuff man al oír la banda sonora.
Respecto a la dirección artística a
cargo de Juan Pedro de Gaspar, comentarles
que fue galardonada con el Goya 2012
por ello. Pareciéndome muy acertadas las interpretaciones de Sam Sherpard, Eduardo Noriega, Stephen Rea y Magaly Solier. También el montaje y el sonido en
directo me causaron una grata impresión. Al mismo tiempo cabe destacar la luz y la claridad natural que
se ve en más de una escena que es impactante a los ojos del espectador. No esperen el duelo de
pistoleros clásico en este género, no lo van a encontrar. En mi caso no lo he
echado en falta, pero si lo desean le pondremos el punto negativo a este
largometraje por no haberlo incluido. Eso sí disparos y persecuciones haberlas
ahílas.
Siendo el guión de Miguel Barros una historia bien
cerrada, tiene lo que se necesita para engancharte a la trama sin que te des
cuenta. En palabras del director Mateo Gil, el western es un género profundamente moral.
En él, los personajes se enfrentan a la vida y a sus grandes temas (la
libertad, el compromiso y la lealtad, el valor, la traición, la propiedad y el
dinero, la justicia, la amistad e incluso el amor). Y eso es exactamente lo
que transmite el guión. Recomiendo verla en versión original aunque yo no lo haya
hecho todavía , no duden que lo haré pues se entremezclan en una misma escena,
el castellano, el inglés e incluso la lengua o lenguas autóctonas de la zona, reflejando así la natural convivencia entre estas. Los flashbacks que Mateo Gil hace en la película le dan entereza y ritmo al guión, al mismo tiempo que nos muestra su personalidad y vida pasada.
La actriz y cantautora Magaly Solier |
Para terminar me gustaría apuntar el
buen hacer de este director con la perfecta conjunción entre planos cortos y
planos abiertos que queda patente desde la primera escena. Esta empieza con un
zoom hacia atrás de unas montañas altas, verdosas y húmedas, para pasar a hacer
un mínimo movimiento de re-encuadre de izquierda a derecha en descenso y acabar parando
el zoom dentro de la cabaña de James Blackthorn (Sam Shepard). En este punto, donde parece que el juego con la
imagen haya terminado, la cámara hace una pequeña pausa y empieza a girar a la izquierda visualizando la dureza de la madera desgastada y carcomida por la
humedad de las alturas, pasando por el marco de la puerta, recreándose en los
detalles de la pared, en el interior de la cabaña, para terminar con la escena amorosa
del vaquero Buch tiernamente acostado al lado de una
belleza andina llamada Yana, interpretada espléndidamente por Magaly Solier. En mi opinión, sublime
delicadeza.
Al terminar Blackthorn, sin destino mi impresión no fue otra que quedarme con ganas de más western, de saber cómo
sería la vida de su protagonista e incluso deseando que su director se
atreviera a profundizar en este género abandonado por muchos de sus compañeros
de profesión e imaginando ver algún duelo a los que hice referencia anteriormente.
Solo me queda recomendarles la web de Blackthorn http://www.blackthornthemovie.com/
por si quieren curiosear y
hacerles partícipes de dos pequeños descubrimientos que navegando por los mares
internáuticos descubrí. Primero un blog de cine llamado Esculpiendo el tiempo http://johannes-esculpiendoeltiempo.blogspot.com.es/search?updated-min=2012-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2013-01-01T00:00:00-08:00&max-results=50
y segundo el primer trabajo de Mateo Gil,
diez minutos antes del beso (1993) http://www.youtube.com/watch?v=NiHZsOYDlws
Como siempre, ¡Disfruten del séptimo arte!
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