—por John
Montañez Cortez—
película de Carl Laemmie (1931) Universal Pictures |
“Left Munich at 8.35 P.M. on 1st May, arriving at Vienna early next
morning; should have arrived at 6.46, but train was an hour late. Buda-Pesth
seems a wonderful place, from the glimpse which I got of it from the train and
the little I could walk through the streets. I feared to go very far from the
station, as we had arrived late and would start as near the correct time
possible.”
Así comienza el capítulo uno, titulado Jonathan Harker’s Journal (Kept in shorthand), de la obra cumbre
del escritor irlandés Bram Stoker, Dracula.
Pero la frase más icónica de este clásico de la literatura universal vendría un
poco después del comienzo del segundo capítulo —diario de Jonathan Harker—:
“I am Dracula; and I bid you welcome, Mr Harker, to my house. Come in;
the night air is chill, and you must need to eat and rest.”
“Soy Drácula y le doy la bienvenida, señor Harker, a mi casa. Entre;
el aire de la noche está frío y usted debe necesitar comida y descanso.”
Bram Stoker |
Con estas palabras, el Conde, se presenta a Jonathan Harker, al arribar al Castillo Drácula, el vasto y arruinado
hogar de un noble de Transilvania. El joven visitante inglés pronto se da
cuenta que se encuentra encerrado en un reino de alucinación y terror más allá
de las peores pesadillas jamás soñadas.
Drácula es la quinta
novela del escritor irlandés Bram Stoker —ayer se
cumplieron ciento un años de su muerte—, famosa
por la introducción del personaje del vampiro Conde Drácula. La novela, de formato epistolar del género terror
gótico, fue publicada en 1897 por Constable & Co. de Edimburgo, cuenta la
historia del intento de Drácula de trasladarse de Transilvania a Inglaterra y
la batalla entre Drácula y un pequeño grupo de hombres y mujeres, dirigidos por
el profesor Abraham Van Helsing.
Bela Lugosi en el papel de Drácula (1931) |
Drácula ha sido asignado
a muchos géneros literarios incluyendo la literatura de vampiros, ficción de
horror, la novela gótica y la literatura de invasión. La novela toca temas como
el papel de la mujer en la cultura victoriana, las convenciones sexuales, la
inmigración, el colonialismo y poscolonialismo. Aunque Stoker no inventó el
vampiro si definió su forma moderna y la novela ha dado lugar a numerosas
interpretaciones de teatro, cine y televisión.
La historia de Drácula
ha sido la base para numerosas películas y obras de teatro. El propio Stoker
escribió la primera adaptación teatral, que se presentó en el teatro Lyceum Theatre de Londres bajo el título
Dracula o The Undead poco antes de la publicación de la novela y se presentó sólo
una vez. Películas populares incluyen Dracula
(1931) —interpretada por el no menos famoso actor húngaro
Bela Lugosi—, Dracula
(título aternativo: The Horror of Dracula)
(1958) y Dracula (también conocida
como Bram Stoker’s Dracula) (1992). Drácula
también fue adaptado como Nosferatu (1922), una película dirigida
por el director alemán F.W. Murnau, sin permiso de la viuda de Stoker; los
realizadores trataron de evitar problemas de derechos de autor alterando muchos
de los detalles, incluyendo el cambio del nombre del villano a “Conde Orlok”,
pero fueron infructuosos llevándolos a una batalla legal que perdieron a la
postre.
Bela Lugosi en Dracula (1931) |
La obra maestra de Bram Stoker es un thriller de tal
intensidad hipnótica que ha cautivado a millones de lectores en todo el mundo y
ha inspirado su propia literatura y su propia mitología de lo sobrenatural.