nor a woman,
but an author.
Charlotte Brontë
Women’s Goodwill Ambassador ante las Naciones Unidas por su trabajo con mujeres jóvenes en Zambia y Bangladesh, y que se acusaba a dos profesoras de Louisiana por abuso sexual de sus estudiantes varones, Pukiyari Editores publicó la novela de Ani Palacios Noche de Penas.
La novela nos relata las historias de cuatro mujeres
latinas viviendo en un mundo definitivamente adverso, muchas veces violento, en
el cual ellas son víctimas o ejecutores de una cultura basada en el poder, el
dominio y el abuso de sus semejantes. Los conflictos de las protagonistas
surgen de la búsqueda de la felicidad más allá de los roles tradicionales socialmente
aceptados, de inmiscuirse en el mundo dominado por los hombres, el ambiente
corporativo; en tanto que otras serán producto de sus propias decisiones amorosas
y del tipo de familia que tuvieron. Las historias de las cuatro mujeres son
presentadas como una polifonía cuyo tema central se repite en diversos
contextos: el enemigo está en la casa, ahí donde la mujer es más vulnerable.
Esta es la cuarta novela de Ani Palacios. (Con sus
anteriores obras ha ganado múltiples International Latino
Book Awards, incluidos 2010 con “Nos
vemos en Purgatorio” (Alfaguara), 2011 con “Plumbago Torres y el sueño
americano” (Alfaguara), y 2014 con la novela de inspiración espiritual, “99
Amaneceres” (Pukiyari Editores). Se podría caer en la tentación facilista de
catalogar esta última obra como feminista —tal como lo harían algunos críticos muy
apegados a las clasificaciones discriminatorias— por el simple hecho de
tratarse de la historia de cuatro mujeres y de que la autora sea una mujer. Sin
embargo, más que una defensa premeditada de los derechos de la mujer, o la
denuncia panfletaria, Ani Palacios aborda las historias de cada una haciendo un
retrato individualizado de sus
aspiraciones, contradicciones y conflictos, donde los hombres que las merodean
no son todos buenos y generosos, pero sí los hay, y los inescrupulosos y
perversos son dibujados en toda su bajeza inmisericorde.
Ani Palacios |
La arquitectura de la novela separa las cuatro historias como cuatro mini novelas
diferentes, pero para compartir y resarcirse de sus tragedias, las mujeres se encontrarán en el
mundo de los sueños, o lo supra natural, el mundo de los espíritus, al inicio y
al final del libro.
¿Quiénes era esas personas? Nunca lo sabría. ¿Ángeles?¿Diablos?
¿Enviados divinos? ¿Simples humanos?...El hecho era que nos pusieron juntas en
un presente y que eso constituía un regalo, un obsequio que muy pocas tienen la
suerte de recibir.
Unos misteriosos personajes concertarán una
ceremonia de Temazcal para Anaisa, Damaris, Micaela y Viridiana. Curiosamente,
algunos de estos fueron parte de las tragedias de las mujeres. Sintiendo juntas
cada historia individual, se creará un lazo solidario entre ellas que las
identifica como mujeres que han sufrido y que, al compartir, pueden sentirse
parte de un círculo especial, el de las mujeres fortalecidas con una segunda
oportunidad en sus vidas.
En el caso de Anaisa, que viene de una familia tradicional
Mexicana, su aventura empieza cuando busca construir su propio destino. Buscar
la ansiada libertad, lejos de la familia, sin embargo, tiene sus bemoles. Esta
situación puede ser positiva y moderna, pero también puede ser agobiante y demasiado
costosa.
ceremonia Temazcal |
Micaela es una niña privilegiada creciendo en un
mundo de comodidades y dispendios que se convertirán en su propia cárcel. Su
padre, un traficante venezolano de armamento poderoso y cruel, le ha asignado un
destino creado para servir sus intereses malévolos. Su rebeldía la llevará a
enfrentar muchas aventuras peligrosas que
le abrirá la puerta a un doble propósito en la vida: rescatar a su madre de las
garras de su nefasto padre y llevarlo ante los tribunales de justicia.
La esposa dominicana, que idolatra a su esposo
bonachón y sensual, termina mal. ¿Hasta dónde se puede aceptar una situación de
sumisión? En los juegos eróticos creados por su esposo —aun los más exóticos—
puede haber un demonio de poder llevado al extremo. Damaris tendrá que pelear
por sobrevivir y no dejarse utilizar como objeto sexual, yendo en contra de lo
ya establecido en su relación por ella misma.
No te disgustes así conmigo…Yo me puse fea
preguntándote lo que no debería interesar, de pura metiche, de chismosa nomás.
Tú eres el hombre de la casa, mi bombón lindo, tú sabes lo que haces…Yo no sé
lo que estoy diciendo, ay, ay, que te quiero completito esta noche… Mira que me
quito todo y me quedo en tanguita nomás, así como te gusta… No te molestes…
Una mujer exitosa en el mundo de las corporaciones,
imitando la exaltación casi sensual del poder puede llevarla a un invernadero
de pasiones ocultas y destructivas. No solo los hombres usan y abusan, las
mujeres también. Para Viridiana, sentirse dueña del destino de otras personas y
ser el centro de atención, se convierte en una droga sin la cual no puede vivir.
Ella logra sentir lo que los hombres sienten a diario, como los consumados
jefes del mundo laboral.
Me imagino que a veces al diablo también le toca pagar
por crear un monstruo que se sale de su control. El licenciado perdió las
riendas, perdió el trabajo, y por último, perdió la vida tratando de regresar a
su antigua gloria. No sería el primero en perecer luego de cruzar caminos con
mi jefa.
Temazcal de luna llena |
Sin embargo, no todo está perdido. Las mujeres de Noche
de penas pueden pensar y sentir que algo puede cambiar en sus vidas, porque
hay una buena naturaleza intrínseca a los seres humanos y que solo necesitamos una
ayudita, para sacarnos de ese ambiente de las lacras sociales. Aquí hay que prestar
atención al título de la novela: Noche de
penas, se refiere al momento en que los espíritus entran a ayudar a estas
mujeres a abandonar el lastre de sus experiencias negativas y las hacen
conscientes de que pueden tener una segunda oportunidad, alejada de egoísmos
banales.
Con lenguaje dosificado, directo y claro, como si
estuviera contando una historia a una amiga, la narradora inicial desaparece al
principio de la historia y no se le vuelve a escuchar hasta el momento de
lucidez creado por la ceremonia del Temazcal. La narradora ficticia, casi
neutral y aséptica, cuyo su nombre es Tezcatl
(que significa espejo en náhuatl), contrasta con las voces de las mujeres que
provienen de diferentes partes de Latinoamérica, con sus modismos regionales. Hay
un esfuerzo de la autora en hacernos ver que el tema de la polifonía transciende
fronteras y que las mujeres están, o deberían estar, conectadas para darse
cuenta que son parte de una cultura que tiene mucho de hermoso y destructivo a la
vez, que hay un precio alto que pagar para cambiar su situación de dominación y
que siempre hay una segunda oportunidad, si se sabe dónde mirar.
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(*) Autor de El
guerrero de la espuma y otras tantas despedidas (Pukiyari Editores, 2014),
disponible en Amazon y Peruebooks.
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