Saturday, July 16, 2016

15 POETAS ECUATORIANAS (1900–1960) Selección Ana Cecilia Blum


Selección de Ana Cecilia Blum (*)

AURORA ESTRADA Y AYALA
ILEANA ESPINEL CEDEÑO
SARANELLY DE LAMAS
ANA MARÍA IZA
NELLY CÓRDOVA AGUIRRE
VIOLETA LUNA
VICTORIA TOBAR FIERRO
SONIA MANZANO
SARA VANÉGAS COVEÑA
CATALINA SOJOS
MARITZA CINO ALVEAR
CARMEN VÁSCONES
CAROLINA PORTALUPPI
MARGARITA LASO
MARÍA FERNANDA ESPINOSA


AURORA ESTRADA Y AYALA
PUEBLOVIEJO (1902–1967)

FATUM

Siempre fui triste
i me sentí extranjera
en todas partes.
Ardía mi lámpara
i sigue ardiendo:
azul...
violeta...

¡Me quema toda
con su antigua llama,
creciendo i marchitándose
en diferentes tallos!

Me dobla la nostalgia
sobre ignorados mapas.
Quiero escarbar perdidos cementerios
i abrir cinéreas ánforas
con mis pálidas manos.

Como siempre, estoy triste
bajo el alegre vuelo de los pájaros.
I ciega voy
con mi agonía tremante
hasta el borde del día.

¡Bajo una lenta lluvia de lágrimas azules
yo muero cada noche!


ILEANA ESPINEL CEDEÑO
GUAYAQUIL (1933–2001)

HACIA ADENTRO

Yo, no te aclamo, no, vida mía que sufres;
tampoco me envilece tu soledad de estrella.
Tan sólo te contemplo como algo tan ajeno
que más que propia vida eres mi ausente muerte.

Me dejo ir en todo
dejo que el cerco nimio
me arrastre al torbellino del temporal rebaño.
Diríase que lucho. Diríase que asciendo.
Diríase que me hundo. Diríase que... nada.

Y yo, antigua sangre rondando entre las piedras,
tan sólo te contemplo, absorta enamorada.

Y junto a tu verdad de ardiente sima,
diríase que canto. Diríase que muero.


SARANELLY DE LAMAS
RIOBAMBA (1933–1992)

BALANCE

Si de repente Dios —que ciertamente existe—
llamándome por mi nombre me dijera
es hora de liquidar el sueño;
haría simplemente un balance.

Más de una hiel en horas sin medida
pero a cambio, espejos y abalorios
para adornar el rostro de la herida;
un prisma casi ingenuo
para apresar la magia de las cosas
y un simple azul por todo lo creado.

De cuanto real establecido contemplé;
he amado más lo irreal que no poseo;
luego me conservé fiel a la fe:
creer tan sólo en aquello que no podemos ver.
Si tropecé y caí,
mi fe en el ser humano
jamás tuvo caídas.
No quise ver la perfección jamás;
apenas la limpieza necesaria.

Todo cuanto amasé fue nada entre las manos
monedas que se gastan al contacto del día.
Y mi culpa mayor —que me exime de culpa—
elegir un camino de herradura
para llegar al sueño.

Nada me asombraría si de pronto
la única palabra que no existe
me fuera a solas revelada.


ANA MARÍA IZA
QUITO (1941)

CARTA A MÍ MISMA

¿Recuerdas
cuando era el teléfono un pájaro
cantando en el alambre...?

Nunca creíste
que sólo se trataba de un vil artefacto.

Eras insoportable.
Por eso hasta quisiste un lunes
regalarte.

Tenías la mirada llena de barcos.
Dabas de comer
a los perros del parque
y te sabías de memoria el número
de árboles,
a fuerza de ser viento,
de ser hoja,
de husmear
no sé qué estrella entre las ramas.

Eras
un raro espécimen,
una degeneración futura,
un grifo siempre yéndose,
ya ni sé qué decirte,
eras
algo bastante feo que me gustaba.

Te pregunto,
por preguntarte,
porque sí,
porque llueve
y algún entrometido te ha empujado:
¿Qué harías si te dejara libre,
si de un manotón quitara la montaña ...?

De ley
irías a refugiarte en la ternura,
a estrellarte en el borde de un retrato.
A escarbar en el suelo un sucio anillo
del que nacieron rosas,
lombrices,
telarañas.

Tú,
siempre serás tú.

No habrá abracadabra que te cambie.
No habrá
reencarnación que te libre del lodo de los sueños.
No habrá forma
de librarse de ti
ni estrangulándote.

Oye:
no vayas
a suicidarte.
Me es indispensable tu presencia:
triste,
desafiante.

Terminada en punta
—como una hoja—
detrás de la ventana.


NELLY CÓRDOVA AGUIRRE
SAN GABRIEL (1942)

porque es día de feria

que te venda
que te venda mi fibra mis afanes mi cardo mi camisa  estera y
manta
mi arado mi aire y agua  mi guacho y mis raíces
que ahora sea yo quien ponga precio
porque es día de feria

que mida por pulgadas mis fatigas
por onzas que te pese mis mañanas  que en pondos para vos
madure lunas

que quién soy  cómo soy
cómo y qué  para qué

que cuanto valgo yo en pocas palabras

si te vendo mis cargas mis costillas a qué espaldas iría
este cansancio

a qué otra cicatriz iría mi insomnio
a qué ojo mi barranco
a qué fiesta mi tiesto mis bostezos mi taja de zapallo

yema yo  yuca yo  yuyo yo
ajo ají  ya te vi  no te dí  si te dí

¡que está mi pueblo en feria…!

que ahora sea yo quien ponga precio
a mi costal de cosas
no mezcladas


VIOLETA LUNA
GUAYAQUIL (1943)

HOY TE CIERRO LAS PUERTAS

Hoy te cierro las puertas corazón
para pensar a solas,
fríamente pensar
hasta vaciar la lógica
y el silogismo pálido.
La poesía es libre.
Las cosas en azul son poesía.
Por tanto mis monólogos son libres.
Y en esta libertad de puerta adentro
resuelvo mis conflictos,
repito y analizo,
recuerdo y rectifico.
Estudio cada cosa y consecuencia
y limpio las ideas.
La mente es una máquina
que suele registrar las decisiones,
contar las pertenencias y los fraudes.
Y mientras pasa el día
y acechan fríos monstruos en mi cueva
me falta el sol y el fuego.
Espera corazón,
quiero abrirte la puerta nuevamente.


VICTORIA TOBAR FIERRO
AMBATO (1943)

DEFINITIVAMENTE NO

Hoy despertaron mis dedos
con ganas de hablarle al mundo.
Hay un recuerdo tuyo en las falanges,
un deseo de ser nuevamente
En las pequeñas cosas.

No, definitivamente no.
No voy a suicidarme esta semana.


SONIA MANZANO
GUAYAQUIL (1947)

CADÁVERES DE FLORES

Flores en mis tobillos
flores alrededor de mis muslos
flores brotando desde todos los orificios de mi cuerpo

Flores anales
vaginales
lacrimales
flores de turbios colores seminales

Flores perfumando el vino en que sumerjo
trozos de carne floja que morirán conmigo

Flores regadas por mi habitación vacía
confundidas con mis prendas interiores

Flores colgando del hacha del verdugo
flores orlando las sienes del desvelo

Flores que venderé a la entrada de un cine
y que arrojaré desde una rueda moscovita
Flores de plumas
flores de pelos
flores saliendo en procesión
desde un pubis despoblado

Flores adornando la montura
de la jinetera más joven
flores de vientos encontrados
flores de vientres encontrados

Flores colgando de la solapa de un gángster
flores de tallos largos
y corolas hambrientas

El día en que me ahogue para siempre
tendré repletos los bolsillos
con cadáveres minúsculos de flores


SARA VANÉGAS COVEÑA
CUENCA (1950)

CIUDAD

ciudad de los mil tejados y las mil aguas
ciudad de los puertos quemados en el aire
y los unicornios extintos
de los mil ojos y las mil fauces
todo este tiempo he intentado amarte
como amo el vuelo iridiscente de los ángeles caídos
la tarde roja de los mares
el momento en que las naves zarpan…
he intentado amarte siempre
en tus amaneceres fríos / en tus calles
largas como el insomnio
esperando a que se aquiete la luna
o se detenga el tráfico de sombras
yo, escondida tras tu más dura silueta
habitante de tu soledad insoportable
quise cantarte cuando tiritabas con la lluvia
cuando ascendías con tus montañas lunares
para protegerte de tus hijos y de la tristeza
y aquí me tienes, ciudad de los mil aleros
con la boca oscurecida besando tus rincones
recreando tu nombre entre mis nombres
ebria de torres amargas y horizontes…


CATALINA SOJOS
CUENCA (1951)

CANTOS DE PIEDRA Y AGUA
(Fragmentos)
CANTO PRIMERO

¿quién mira dentro de ti
ciudad celeste y sola
sola
ciudad de frío?

te escribo
y dejo que el alma se me vaya
en la noche desnuda

sembrado
entre el barranco y la magnolia

mi corazón
es fruto
ya
maduro
¿quién espía
debajo de tu angustia?

ya puedes amorosa
devorarme

porque colgada estoy
a tu silencio

abre tus labios
llámame
tu voz
será una gota de sangre

en mi pecho difunto


MARITZA CINO ALVEAR
GUAYAQUIL (1957)

DUELO

Hundirse en la mudanza      
En piezas menudas subterráneas    
Y regresar al vientre del caos
Al onírico destino de la fábula        
Escapar del solitario pasadizo
Aderezando la pesadez del fango      
Concebir la urgente prisa de mudarse
Apareando la excitación del duelo    
Al onírico vientre de la fábula.


CARMEN VÁSCONES
SAMBORONDÓN (1958)

El enigma anticipó su existencia y desciframiento
existió antes que la misma esfinge y el adivinador
descansa sus pies en el orificio de la ilusión
mientras profesa desde la oscuridad
la única oportunidad de los mortales
la del tropiezo y del retorno

Me predijo
el deseo será el fantasma de su voz
de su verbo y de su alma
donde la tragedia no será su destino

Hablo con mi espectro
desde su boca y en mi cuerpo
al mismo tiempo
nos anunciamos el lugar de la evanescencia
me toca y lo toco
se corporiza

Me extingo en el sentido de su roce.


CAROLINA PORTALUPPI CASTRO
GUAYAQUIL (1963)

HAY SILENCIOS AZULES
enredados en las algas.
Silencios en blanco y negro
que poco a poco
van ocupando su lugar.

Mi silencio,
al que sirvo y me derrota,
tiene el color del miedo
es una sombra.


MARGARITA LASO
QUITO (1963)

un ceibo que cuida el horizonte
tiene menos orgullo que el que orilla tus piernas

un ceibo en tus piernas africanas
matará mi deseo

la cadera cruje como un cangrejo

un crujido en la tenaza de mis huesos
matará mi deseo

trago de ardienteagua
un ceibo te orilla los crujidos
una huella de hollín
los vellos y tobillos
y una equis que enrosca mi cintura

una equis matará mi deseo


MARÍA FERNANDA ESPINOSA
QUITO (1964)


POÉTICA

Lo temporal está en nosotros
como en las ranas su metamorfosis.

Atados a la escritura
para no morir
nos enlazamos verbales
jungláseos
lianas buscando el eco.

Así el pasado permanece
empoemado.


_________________
(*) Ana Cecilia Blum; Guayaquil (1972), es licenciada en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Laica Vicente Rocafuerte. Posgrado en Lengua Española, Universidad Estatal de Colorado. Participó en el taller de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas. Realizó estudios sobre teoría literaria en la Universidad Católica de Guayaquil y sobre autores contemporáneos en la Universidad Andina de Quito. Entre sus textos publicados se encuentran Descanso sobre mi sombra, poesía (1995); I Am Opposed, poesía (2003); Donde duerme el sueño, poesía (2005); En estas tierras, poesía y prosa (2006); La que se fue, poesía (2008); y Libre de espanto, poesía (2012). Sus textos poéticos han sido incluidos en diversas antologías. Actualmente reside en EE.UU. donde ejerce la enseñanza del español, dirige la gaceta literaria Metaforología, coordina el Fondo poético para las Américas y realiza investigación literaria en el campo de la poesía ecuatoriana escrita por mujeres.




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