—por Alberto Hernández—
Escribir como quien escribe un libro
para retozar alrededor de él, o mecerse en un columpio. Escribir para ensayar
los pasos de un baile y luego leer a un poeta, «explicarlo», analizarlo,
desnudarlo. Escribir para buscar a alguien en India o encontrarlo en un reino,
adentrarse en Jerusalén, aprender a elevar preces mientras el humor destaca,
son algunas de las peripecias que Gonçalo M. Tavares usa para deslizarse feliz
entre los géneros y hacerlos a un lado y crear el que él extiende como sábana
en la cama. O como mantel sobre una mesa donde las palabras están tan vivas que
muerden.
Juan Martins lo
aborda, lo usa como ariete para adentrarse en un mundo, en un paisaje diverso
de escritura que lo ha convertido en uno de los escritores más importantes de
la lengua portuguesa y ya traducido a muchísimos idiomas forma parte de una
leyenda viva, literaria, existencial, imaginativa, imaginaria, desdoblada en
todas las maneras de decir en el trazo de su escritura, a través del idioma que
ha dado a Camões, a Pessoa y ha cabalgado sobre el lomo de sus libros como una
demostración de que escribir se sujeta a la plena libertad de inventar y hasta
de burlarse de quien lee o no lo hace, porque de alguna manera el que no lector
es también personaje.
¿Cómo escribe este
hombre?
Gonçalo M. Tavares foto:companhiadasletras.com.br |
Es decir, leemos a
Martins y luego desembocamos en Tavares. O viceversa. Martins registra la
escritura de Tavares y seguramente Tavares volverá la cara y registrará la de
Martins. De sangre lusitana ambos, habrá alguna complicidad desde estos
trópicos que tiene todo de absoluto.
Hablar de este
escrito, habitante de la Lisboa de Fernando Pessoa, deviene aventura gozosa, y
así lo hace saber nuestro ensayista que ensaya con Tavares. Desde los libros
que ha leído, ya ha sido leído desde Tavares, porque este autor —en su lúdica
exposición— es, sin lugar a dudas, uno de los escritores más felices del
planeta. No tanto por la fama de la que ahora disfruta, sino porque escribe
desde el goce, desde una felicidad protegida por la libertad individual,
solitaria o colectiva en la que se podría mover mientras hace que —por ejemplo—
algunos «senhores» de la literatura sean «abusados» por él en entrevistas en
las que André Breton, T.S. Eliot, el hombre de las correspondencias,
Swedenborg; los señores Walser y Kraus sean diagnóstico y pronóstico en las
manos de Tavares, quien los pasea por un juego donde también participa Bach en
un «barrio» de edificios, vecinos todos del portugués.
Juan Martins.foto:ElNacional.com |
Ensayar para un
ensayo, aquí queda como entrada y reconocimiento a esta investigación del
escritor Juan Martins, ansioso indagador de la literatura portuguesa desde una
tierra en la que viven muchos lusitanos que podrían ser parte —ojalá— de las
inteligentes travesuras de Gonçalo M. Tavares, quien nos acaba de encontrar en
sus páginas y Juan nos lo acaba de regalar en esta búsqueda incesante que debe
ser atendida como se atiende un libro para llevar a todas partes.
Juan Martins, autor de Gonçalo M. Tavares: El secreto de su alfabeto (2019) es poeta, dramaturgo y crítico teatral. twitter.com/@estivalteatro criticateatral.wordpress.com
Juan Martins, autor de Gonçalo M. Tavares: El secreto de su alfabeto (2019) es poeta, dramaturgo y crítico teatral. twitter.com/@estivalteatro criticateatral.wordpress.com
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