All the things based on
experience elsewhwere…
fail in New Mexico.
Lee Wallace, gobernador
territorial 1878-1881
Mientras que el título de esta colección de cuentos cortos puede dar la impresión de que se trata de tradicionales historias nuevomexicanas como las que han sido plasmadas tantas veces en la literatura local, puedo anticipar al lector que esta vez está ante una lectura diferente y, por lo tanto, no predecible. Las típicas imágenes, olores y sabores de New Mexico están presentes, pero se mezclan en estas siete historias con aspectos históricos, contextos sociales, circunstancias externas a New México y con personajes insertos en un mundo cambiante y no como una postal para turistas congeladas en el tiempo. Esta característica es lo que hace a estos cuentos particularmente atractivos de leer. Lejos de fosilizar culturalmente a New Mexico, el autor rescata, como mirada acuciosa y creativa, todo lo colorido y especial de la Tierra del Encanto para introducir temas modernos y relevantes a la experiencia humana.
El
libro está organizado cronológicamente (1990, 1966, 1944, 1920 y 1917) como un
devenir de las cosas que en su tiempo pasaron o podían haber pasado según la
mente fabuladora del autor. La referencia a diferentes épocas lleva al
lector a un aprendizaje lleno de sorpresas, a otra manera de entender un
contexto histórico a través de la ficción y, en definitiva, a reflexionar sobre
ese gran tema universal que es la memoria histórica. En un abanico pintoresco
de situaciones locales y eventos internacionales, personajes muy diversos entre
sí hacen de New Mexico, ya sea por elección o por obra del destino, su lugar en
el mundo o, al menos, lo hacen un lugar de paso pero que los marcará para
siempre. No faltan el suspenso, la sexualidad, el humor y el drama en estos cuentos,
presentados en una prosa elegante y, quizás para algunos, un tanto irreverente.
Los títulos incluidos guían al lector en este periplo de historia
ficcionalizada: El rompecabezas del amor (Santa Fe 1990), Madame LeDoux en
San Juan (San Juan 1966), El obituarista de San Juan (San Juan 1944), Dos
abuelas (San Juan 1944), Huevos de Pascua (San Juan 1944), Muerte en El Encanto
(San Juan 1920), Trotsky en Taos (Taos 1917).
Dos
aspectos llaman la atención de esta organización del libro. La primera se
refiere a que cinco de las siete historias se desenvuelven en un pueblo llamado
San Juan. Lugar creado por el autor, que ya en alguna entrevista él mismo se
refiere a como a “su pequeño Macondo, con el perdón de García Márquez”. En la
vida real, podría decirse que los insumos culturales e históricos han sido
tomados de ciudades icónicas de New Mexico como lo son Santa Fe, Taos y Las
Vegas. Según el autor, la invención de San Juan le permite, como recurso
literario, la “libertad de recrear la compleja sumatoria cultural (anglo,
hispana y nativa) de New Mexico con muy pocas palabras”. El segundo aspecto se
refiere a los momentos escogidos: tres de las historias tienen como escenario
el final de Segunda Guerra Mundial (1944), en tanto que otras historias suceden
en años turbulentos como la década de los años 60, 1920 y 1917. Para algunos
lectores estos momentos podrían hacerlos pensar que nada pasaba en New Mexico,
cosa que el autor rechaza e intentando inmiscuir a la Tierra del Encanto
en medio de la tormenta de cambios culturales y sociales que se sucedían en los
Estados Unidos. No es casual que dentro de este marco se presente, por ejemplo,
en el cuento Muerte en El Encanto, las secuelas de la pandemia de la
Gripe Española. Una breve mirada al pasado nos podría hacer reflexionar sobre
nuestro contexto actual.
El marco histórico está finamente presentado por medio de la descripción de costumbres, situaciones, detalles y eventos particulares a cada década tratada, mientras que guerras y revoluciones de lugares lejanos constituyen el contexto imprescindible y trágico. En estos escenarios tan particulares por su universalidad y diversidad, los tradicionales elementos nuevomexicanos adquieren una dimensión nueva para el lector. El olor a piñón quemado y a tortillas caseras, la luz brillante de los atardeceres, el adobe, las montañas y el desierto, el español medieval del norte de New Mexico, los alabados y la morada de los penitentes, las ristras de chile rojo, las acequias, el arte y la convivencia multicultural; todos ellos, juntos o separados, aparecen incluidos en historias de tinte universal, que tienen como hilo conductor una visión global que va más allá de un estado y una nación.
Los
personajes (doña Guillermina, doña Jesusita, la dos abuelas, Lorenzo su nieto
de nueve años; Ruy, el obituarista español, Soledad y Clara en Santa Fe, Trotsky,
el revolucionario ruso en Taos, Madame LeDoux en San Juan) son como salidos de
una galera en donde se mezclan países y culturas que, al contacto con las
tradiciones nuevomexicanas, producen un resultado cautivador, que contribuye
una vez más a recordarnos que sí estamos verdaderamente ante una realidad muy
especial donde “suceden cosas” que merecen contarse. Y en ella habitan (o
pasan, casi como fantasmas) los protagonistas con su particularidades, entre
ellos: un exiliado europeo que escribe obituarios en español, y otro de
Centroamérica que escribe poemas de amor y pena a pedido; un famoso
revolucionario ruso (arropado en una manta Hopi) junto a un jefe de guerra nativo
americano (los dos con nombre de animal); una maestra francesa “con alas”; dos
abuelas nuevomexicanas y “dos formas distintas de amar”; una detective hispana
entrenada con programas de radio; penitentes en un valle con nombre de montaña,
y una sociedad de artistas desilusionados.
La
sensualidad está presente en muchas de estas historias, pero también la
melancolía, la nostalgia, la sensibilidad, la complicidad y la amistad.
Sentimientos y situaciones que reflejan diferentes formas de entender temas tan
importantes y universales como la vida y la muerte, el amor y las relaciones
humanas exacerbadas.
Cuentos Nuevomexicanos, es el tercer libro de cuentos cortos. El guerrero de la espuma y otras tantas despedidas (Pukiyari 2014) y El hotel que la habitaba. Cuentos transhumantes (Pukiyari 2019. Premio International Latino Book Award); son los otros trabajos con los que Luis Fernández-Zavala nos ha deleitado con fruición.
Cuentos
nuevomexicanos es un refrescante trabajo literario de un autor
internacional, radicado en Santa Fe (New Mexico) que pone en estas siete
historias una mirada planetaria, tan rica y diversa como su propia experiencia.
Pero, cuidado con su motto de escritor: “la ficción literaria es una mentira
bien contada en el papel”, no le vayamos a creer.
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